Si tu caldera huele a gas, trátalo siempre como una urgencia. Lo primero es cortar la llave de gas, ventilar bien, no generar chispas (ni luces, ni mecheros) y salir de la zona. Después, llama a tu compañía de gas o a un servicio técnico especializado para localizar la fuga y reparar la instalación con seguridad. Aquí tienes las causas más habituales y la forma correcta de actuar.
Caldera huele a gas: lo esencial en 30 segundos
- Si tu caldera huele a gas, cierra la llave general, ventila y sal de la estancia.
- No enciendas luces, no uses mecheros ni el móvil dentro de casa: cualquier chispa puede provocar una explosión.
- Avisa de inmediato a tu compañía de gas o a un servicio técnico especializado en calderas.
- El olor puede deberse a una fuga en la instalación, en la propia caldera o a un revoco de gases en modelos antiguos.
- Si hay mareos, náuseas o dolor de cabeza, sal a la calle y llama al 112: puede haber monóxido de carbono.
Por qué tu caldera huele a gas: causas frecuentes
Fuga en la instalación de gas
Una de las causas más habituales de que la caldera huela a gas es una fuga en la tubería que la alimenta: poros, soldaduras dañadas, juntas resecas o un escape en la llave, el regulador o el contador.
En estos casos, el olor suele apreciarse cerca de las tuberías o del contador, no solo junto a la caldera. El riesgo es el mismo: posible explosión y problemas de salud si no se corta a tiempo el suministro.
Escape dentro de la propia caldera
También puede haber pérdidas en el interior del equipo:
- Poro en la tubería de gas de la caldera.
- Válvula de gas que no cierra bien.
- Junta cuarteada en el circuito interno.
Aquí notarás que la caldera huele a gas sobre todo en el mueble o cuarto donde está instalada, a veces coincidiendo con el funcionamiento del quemador.
Revoco de gases en calderas atmosféricas
En modelos atmosféricos antiguos, el problema no siempre es gas “crudo”, sino revoco de gases de combustión. El olor se parece más a quemado que a gas recién salido, pero el peligro sigue siendo importante, porque implica que los gases no están saliendo correctamente al exterior.
Olor a gas sin fuga aparente
A veces la caldera huele a gas y el técnico no detecta fuga. Puede tratarse de:
- Residuos de combustión o suciedad en el quemador que generan olores raros.
- Encendidos fallidos con pequeñas escapadas de gas antes de prender la llama.
Aunque el problema sea “pequeño”, siempre debe revisarlo un profesional para descartar fugas reales.
Síntomas de intoxicación: señal de alarma máxima
Además del olor, hay señales físicas que indican un posible escape de gas o monóxido:
- Mareos, náuseas, dolor de cabeza.
- Sensación de sueño, pesadez o falta de aire.
- Molestias que mejoran al salir al exterior.
En este escenario, no pierdas tiempo buscando por qué la caldera huele a gas: sal de la vivienda y llama a emergencias.
La caldera huele a gas: qué hacer paso a paso
En una situación de olor a gas la prioridad no es la caldera, es tu seguridad.
- No enciendas nada
No pulses interruptores, no enciendas el horno, ni mecheros, ni velas. Evita también usar el móvil dentro de la vivienda. Cualquier chispa puede prender el gas acumulado. - Cierra la llave general de gas
Localiza la llave de paso que alimenta la caldera (o la llave general del piso) y ciérrala por completo. Esto corta el aporte de gas a la fuga. - Abre puertas y ventanas para ventilar
Abre todo lo que puedas hacia el exterior para que el gas se disperse. No uses ventiladores ni extractores eléctricos: también podrían generar chispas. - Evacúa la zona
Si el olor es intenso o se extiende por la vivienda, sal a la escalera o a la calle con el resto de ocupantes. Mejor pecar de prudente que quedarse corto. - Llama a tu compañía de gas o a un técnico especializado
Haz la llamada desde fuera de la vivienda. Explica que tu caldera huele a gas y que ya has cerrado la llave y ventilado. Te indicarán si deben acudir sus servicios de urgencia o un servicio técnico de calderas. - Si hay mareos o síntomas raros, llama al 112
Ante cualquier sospecha de intoxicación, Emergencias primero y, después, ya se revisará la instalación. - No vuelvas a abrir el gas hasta que un profesional te lo confirme
Aunque deje de oler, no des por “arreglado” el problema. Un técnico debe localizar el punto exacto de la fuga, repararlo y comprobar la estanqueidad completa.
Errores peligrosos que NO debes cometer cuando la caldera huele a gas
Buscar la fuga con mecheros o cerillas
Nunca intentes ver “por dónde sale el gas” con una llama. Es una de las causas clásicas de explosión. Si sospechas fuga, corta, ventila y sal, no investigues.
Tocar la caldera sin conocimientos
Apretar tornillos, desmontar tapas o manipular la válvula de gas por tu cuenta puede empeorar la fuga. Cuando la caldera huele a gas, el interior debe abrirse solo con el gas cortado y por personal cualificado.
Encender y apagar la caldera varias veces “a ver si se pasa”
Si al arrancar la caldera huele a gas y la paras, volver a intentarlo una y otra vez solo acumula más gas en la zona de combustión y alrededor del aparato. Con el primer fallo, detén el equipo y llama a un técnico.
Confiarse porque el olor se va
Ventilas, el olor desaparece y la tentación es seguir como si nada. Pero la fuga sigue ahí. Una caldera o instalación de gas que ya ha dado un aviso debe revisarse cuanto antes.
Saltarse las revisiones periódicas
Muchas fugas se detectan en revisiones obligatorias o en mantenimientos preventivos. Alargar esos plazos aumenta la probabilidad de que un poro o una junta deteriorada terminen en fuga seria.
Revisión, costes orientativos y tiempos de reparación
Cada caso es diferente, pero para que te hagas una idea:
- Desplazamiento + diagnóstico de un servicio técnico especializado: suele moverse entre 60 y 120 €, según zona y horario.
- Pequeñas reparaciones (junta, llave de gas, ajuste puntual): pueden rondar los 100–250 €.
- Averías más serias (válvula de gas, tramos de tubería, recambio en caldera antigua): suelen superar los 200–400 €, dependiendo de la marca y el acceso.
La intervención típica cuando la caldera huele a gas incluye:
- Comprobación de la instalación con instrumental de detección.
- Localización exacta del punto de fuga.
- Reparación o sustitución del elemento afectado.
- Prueba de estanqueidad y combustión antes de dejar la caldera en servicio.
En condiciones normales, la visita se resuelve en unas pocas horas. En instalaciones muy antiguas o mal ejecutadas, el técnico puede recomendar reformas mayores para garantizar la seguridad.
Preguntas frecuentes si tu caldera huele a gas
¿Qué hago si mi caldera huele a gas de repente?
Actúa como si hubiera una fuga real: cierra la llave de gas, ventila, no enciendas luces ni mecheros y sal de la estancia. Después, llama a tu compañía de gas o a un servicio técnico especializado para que revisen instalación y caldera antes de volver a usarla.
¿Puede explotar la caldera si huele a gas?
El olor indica que hay gas en el ambiente. Si se acumula y aparece una chispa, sí puede producirse una explosión o un incendio. Por eso, si la caldera huele a gas, lo primero es cortar el suministro, ventilar y evitar cualquier fuente de ignición hasta que un profesional confirme que todo es seguro.
¿Es normal que la caldera huela un poco al encender?
Un ligero olor puntual al primer encendido del invierno puede deberse a polvo quemándose en el intercambiador o al encendido inicial. Pero si la caldera huele a gas con claridad, el olor se repite o aumenta con el uso, deja de usarla y pide una revisión; no lo consideres “normal”.
¿Puedo usar agua jabonosa para buscar la fuga?
La mezcla de agua con jabón es un método clásico para detectar fugas en manos de técnicos: se aplica sobre una conexión y, si salen burbujas, hay escape. Como usuario, no deberías manipular la instalación. Es más seguro cortar el gas y esperar a que el profesional haga las pruebas con el equipo adecuado.
¿Cada cuánto debo revisar la caldera para evitar fugas?
Además de las revisiones obligatorias de la instalación, es recomendable un mantenimiento periódico de la caldera (al menos cada 1–2 años) para comprobar combustión, estanqueidad y estado de juntas y válvulas. Así reduces mucho la probabilidad de que un día la caldera huela a gas sin previo aviso.
Seguridad primero cuando la caldera huele a gas
Si notas que tu caldera huele a gas, no intentes aguantar “un poco más” ni buscar soluciones caseras: es una situación de riesgo real. Corta el gas, ventila y sal de la zona; después, deja que un servicio técnico especializado revise con calma la instalación. Un diagnóstico profesional a tiempo vale mucho más que cualquier reparación barata después de un susto.