La gran pregunta no es qué es la aerotermia, sino cuándo compensa poner aerotermia de verdad en tu casa. En resumen: suele compensar en viviendas medianas o grandes, bien aisladas, con bastante consumo de calefacción/ACS y presupuesto para una inversión inicial de unos 8.000–16.000 €. No suele salir a cuenta en pisos pequeños, casas mal aisladas o cuando ya tienes un sistema eficiente y poco uso.
Lo esencial en 30 segundos
Cuándo SÍ compensa poner aerotermia: vivienda unifamiliar o piso grande, buen aislamiento y consumo alto de calefacción/ACS.
Inversión típica: 8.700–16.000 € en una vivienda unifamiliar, amortizable en unos 3–10 años según uso y energía que sustituyas.
No suele compensar en viviendas <80–90 m², mal aisladas o con poco uso de calefacción.
La clave: antes de decidir cuándo compensa poner aerotermia, revisa aislamiento, tipo de emisores, clima y tu factura actual.
Qué es la aerotermia (en dos frases)
La aerotermia es una bomba de calor que extrae energía del aire exterior para dar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS) en casa. Suele generar varios kWh térmicos por cada kWh eléctrico que consume, con COP que pueden llegar a 3–4 o más en condiciones favorables.
¿Cuándo compensa poner aerotermia? Casos en los que SÍ
Viviendas de tamaño medio o grande
La aerotermia brilla cuando hay mucho consumo que “atacar”:
Casas o pisos de ≥90 m² con uso habitual todo el año.
Familias con varios miembros que usan bastante calefacción y ACS.
Chalets o adosados donde la factura de gas/gasoil es alta.
En este escenario, el ahorro del 30–50 % (e incluso más frente a gasoil o resistencias eléctricas) hace que la inversión tenga sentido.
Obra nueva o reforma integral
Si vas a levantar paredes o cambiar suelos, es el momento perfecto para plantearte cuándo compensa poner aerotermia:
Puedes diseñar la instalación pensando en suelo radiante, fancoils o radiadores de baja temperatura.
Es más fácil mejorar aislamiento, renovar la instalación eléctrica y dejar espacio para la unidad interior.
Todo lo que hagas en aislamiento y emisores reduce luego la impulsión necesaria y mejora el rendimiento.
Viviendas bien aisladas en clima templado
La aerotermia trabaja mejor cuando:
La casa pierde poco calor (fachadas, cubiertas y ventanas decentes).
No vives en una zona de heladas extremas y prolongadas.
En buena parte de España (zonas templadas y moderadamente frías), la máquina suele trabajar a temperaturas de agua razonables, con COP altos y buena eficiencia.
Si sustituyes sistemas muy ineficientes
La respuesta a cuándo compensa poner aerotermia es mucho más clara cuando vienes de:
Caldera de gasoil, propano o butano con muchos años.
Ahí es habitual ver ahorros en calefacción/ACS del 30–50 % o más, con amortizaciones en 5–10 años según uso y precios energéticos.
Si la combinas con fotovoltaica
La combinación aerotermia + placas solares acelera la amortización:
Parte de la electricidad que usa la bomba de calor viene de tu tejado.
Reduces aún más la factura y te proteges ante subidas futuras.
En muchos casos, esta combinación es la que hace que poner aerotermia compense casi siempre a medio plazo.
¿Cuándo NO compensa (o lo hace con muchas dudas)?
Viviendas pequeñas y poco uso
En pisos de menos de 80–90 m², con poco uso de calefacción, la inversión se va a amortizar muy despacio.
Si apenas enciendes la calefacción.
Si pasas largos periodos fuera.
En esos casos, quizá te interese algo menos complejo y más barato: equipos de aire con bomba de calor, emisores modernos, etc.
Casas mal aisladas
Si la vivienda pierde calor por todas partes, incluso un sistema muy eficiente acabará gastando mucho:
Ventanas de un solo vidrio.
Puentes térmicos por doquier.
Techos o cubiertas sin aislamiento.
En estos casos, para saber cuándo compensa poner aerotermia, lo mejor es plantearse invertir primero en aislamiento.
Climas muy fríos sin apoyo
En zonas con inviernos muy largos y extremos, la aerotermia sigue siendo viable, pero a veces necesita:
Apoyo con caldera o resistencia eléctrica.
Equipos de alta temperatura, menos eficientes.
Eso alarga el plazo de amortización y hace que no siempre sea la opción ganadora frente a otros sistemas.
Presupuestos muy ajustados
Si el presupuesto es límite y necesitas una solución inmediata, la aerotermia puede ser simplemente inabordable:
Inversión total habitual de entre 8.700 y 16.000 € en unifamiliar estándar.
En instalaciones grandes o complejas puede subir más.
Sí, a largo plazo ahorra. Pero si no puedes asumir el coste inicial, no compensa aunque los números sobre el papel salgan bonitos.
Números orientativos: precio, ahorro y amortización
Para saber cuándo compensa poner aerotermia, vamos a apoyarnos en algunos rangos realistas (España, 2024–2025):
Precio típico unifamiliar (calefacción + ACS): entre 8.700 y 16.000 €, según metros, emisores y complejidad.
Rango amplio de mercado: 6.000–21.000 € en proyectos pequeños o muy grandes.
Ahorro estimado frente a sistemas tradicionales: en torno al 30–50 %, llegando a un 70 % en casos muy favorables.
Amortización: en la práctica suele ir de 3–10 años, dependiendo de:
Precios de energía.
Horas de uso al año.
Sistema anterior (gasoil y electricidad directa amortizan antes).
Ejemplos rápidos (muy simplificados)
Caso
Vivienda y sistema actual
¿Suele compensar?
1
Piso 80 m², gas natural, poco uso
Normalmente no
2
Adosado 130 m², gasoil, uso intenso
Casi siempre sí
3
Chalet 180 m², resistencias eléctricas
Sí con diferencia
4
Piso 95 m² bien aislado + reforma integral
Suele compensar
5
Casa 120 m² mal aislada, clima muy frío
Solo con mejora previa de envolvente
Checklist rápida: 7 preguntas para saber si te compensa
Cuenta cuántos “sí” tienes:
¿Tu vivienda tiene más de 90 m²?
¿Pagas mucho en calefacción y ACS cada año?
¿Tu casa está medianamente bien aislada o piensas mejorar el aislamiento?
¿Estás en una zona de clima templado o moderadamente frío?
¿Puedes invertir mínimo 8.000–10.000 € en la instalación?
¿Vas a usar la vivienda todo el año?
¿Te planteas combinar la aerotermia con fotovoltaica ahora o más adelante?
5–7 “sí” → Muy probable que compense poner aerotermia.
3–4 “sí” → Estudio detallado con un técnico, puede salir bien o justo.
0–2 “sí” → Seguramente no sea tu mejor opción ahora mismo.
Errores habituales al decidir si poner aerotermia
Mirar solo el COP del catálogo Ese dato es en condiciones ideales. Tu realidad depende de clima, emisores y regulación.
Olvidar el aislamiento y la instalación eléctrica En España muchas viviendas tienen instalaciones eléctricas justas y envolventes pobres; esto complica saber cuándo compensa poner aerotermia y cómo dimensionarla.
Pensar que todo se arregla con subvenciones Las ayudas ayudan, pero van y vienen. La decisión debe sostenerse incluso sin ellas.
Elegir mal el sistema emisor Forzar una aerotermia a trabajar a 60–70 ºC con radiadores viejos la hace menos eficiente y alarga la amortización.
No pedir un estudio serio Un buen servicio técnico especializado debe revisar consumos, m², emisores, clima y hábitos antes de venderte nada.
Preguntas frecuentes sobre cuándo compensa poner aerotermia
¿En qué tipo de vivienda compensa más la aerotermia?
En viviendas unifamiliares o pisos grandes, bien aislados, con bastante uso de calefacción y agua caliente. En este perfil, el ahorro porcentual es alto y permite recuperar la inversión en unos años razonables, sobre todo cuando se sustituye gasoil o resistencias eléctricas.
¿Cuándo compensa poner aerotermia en un piso?
Compensa si el piso es amplio (desde unos 90 m²), tiene buen aislamiento, dispones de espacio para unidad exterior y la comunidad lo permite. También ayuda que ya estés pensando en cambiar la caldera o en hacer una reforma que afecte a instalación de calefacción y emisores.
¿Qué pasa si mi casa está mal aislada?
En ese caso, la prioridad suele ser mejorar aislamiento (ventanas, cubierta, fachadas) antes o a la vez que la aerotermia. Si no, el equipo trabajará muchas horas y a temperaturas más altas, reduciendo su eficiencia y haciendo que la inversión tarde mucho más en amortizarse.
¿Cuánto se tarda en amortizar una aerotermia?
Depende de la energía que sustituyas y de tus horas de uso, pero los rangos habituales están entre 3 y 10 años. Gasoil y calefacción eléctrica directa amortizan antes; gas natural, algo más despacio. Las ayudas públicas y la fotovoltaica también recortan tiempos.
¿Necesito siempre suelo radiante para que compense?
No. El suelo radiante es la combinación más eficiente, pero no la única. La aerotermia puede funcionar bien con radiadores de baja temperatura o fancoils. Con radiadores convencionales también es posible, aunque con menor rendimiento y más dificultad para calcular cuándo compensa poner aerotermia en tu caso concreto.
Lo que deberías recordar antes de decidirte
La pregunta clave no es si la tecnología es buena (lo es), sino si encaja en TU vivienda. La aerotermia compensa cuando tu casa, tu clima, tu instalación y tu bolsillo juegan en el mismo equipo.
Si tienes dudas concretas sobre tu caso (metros, caldera actual, tipo de emisores, facturas), lo sensato es pedir un estudio a un servicio técnico especializado en aerotermia que te haga números reales y no solo promesas de catálogo.
La temperatura de la aerotermia en invierno se juega en dos frentes: los grados que marcas en el termostato y la temperatura del agua que impulsa la bomba de calor. Lo habitual es mantener la vivienda entre 19 y 21 ºC de día y algo menos por la noche, ajustando la impulsión según el emisor: suelo radiante, radiadores o fancoils. Aquí verás valores orientativos, cómo configurarlos paso a paso y cuándo compensa llamar a un servicio técnico especializado.
Lo esencial sobre la temperatura de la aerotermia en invierno en 30 segundos
La temperatura de confort con aerotermia en invierno se mueve entre 19–21 ºC de día y 17–18 ºC por la noche.
En suelo radiante, la impulsión ideal suele estar entre 30–35 ºC, ajustando a la baja si la vivienda está bien aislada.
Con radiadores, la aerotermia rinde mejor con modelos de baja temperatura (35–55 ºC); los convencionales pueden necesitar hasta 60 ºC.
Los fancoils funcionan bien alrededor de 40–45 ºC de impulsión.
Una buena curva climática, un aislamiento decente y una programación estable marcan la diferencia en consumo y confort.
Claves de la temperatura de la aerotermia en invierno
Antes de toquetear grados, conviene distinguir dos conceptos: la temperatura ambiente que ves en el termostato y la temperatura de impulsión del agua que circula por suelo radiante, radiadores o fancoils. La aerotermia trabaja mejor cuanto más baja es la impulsión necesaria para mantener la casa en la consigna que has marcado.
Temperatura ambiente recomendada en la vivienda
De cara al usuario, la parte importante de la temperatura de la aerotermia en invierno es la que se siente dentro de casa:
19–21 ºC durante el día en estancias vividas.
17–18 ºC por la noche o en dormitorios.
Es el rango que recomienda el IDAE para equilibrar confort y consumo. Subir a 23–24 ºC dispara la factura sin mejorar realmente el bienestar.
Suelo radiante con aerotermia
El suelo radiante trabaja con agua a baja temperatura. Lo habitual es:
Impulsión en calefacción entre 30 y 35 ºC.
Superficie del suelo en torno a 24–27 ºC.
Aire interior estable sobre 20–21 ºC.
En viviendas muy bien aisladas, se puede bajar la impulsión incluso por debajo de 30 ºC sin perder confort. En casas antiguas o mal aisladas, a veces hay que subir a 35–40 ºC.
Radiadores con aerotermia
Con radiadores, la temperatura de la aerotermia en invierno depende mucho del tipo de emisor:
Radiadores de baja temperatura: impulsión recomendada 35–55 ºC según diseño y aislamiento.
Radiadores convencionales o de alta temperatura reaprovechados: pueden requerir en torno a 60 ºC para dar confort.
Cuanto más baja puedas mantener la impulsión sin llegar a pasar frío, mejor rendimiento tendrá la bomba de calor.
Fancoils y otros emisores
En instalaciones con fancoils (ventiloconvectores), la impulsión típica para calefacción se sitúa alrededor de 40–45 ºC.
Es una solución muy versátil porque con la misma máquina puedes calentar en invierno y refrescar en verano, siempre que controles bien el punto de rocío y la humedad.
Aerotermia y agua caliente sanitaria
En invierno la aerotermia suele trabajar a dos niveles:
Circuito de calefacción a baja o media temperatura.
ACS a 50–55 ºC para asegurar la higiene frente a bacterias como la legionella.
Conviene separar mentalmente ambos ajustes: subir el ACS no significa que debas subir también la impulsión de calefacción.
Cómo ajustar la temperatura de tu aerotermia paso a paso
Fija una consigna interior realista Elige tu temperatura de confort (20–21 ºC en salón suele funcionar) y mantenla estable. No uses la aerotermia como un radiador eléctrico de “sube y baja” constante.
Comprueba el tipo de emisor Mira si tienes suelo radiante, radiadores de baja temperatura, radiadores antiguos o fancoils. De esto dependen los valores de impulsión razonables para la temperatura de la aerotermia en invierno.
Ajusta la impulsión dentro del rango recomendado
Suelo radiante: empieza por 30–32 ºC.
Radiadores baja temperatura: 40–45 ºC.
Fancoils: unos 40–45 ºC.
Radiadores convencionales: parte de 55–60 ºC y baja si puedes.
Activa u optimiza la curva climática La mayoría de bombas de calor permiten ajustar una curva climática: el equipo decide la impulsión según el frío que hace fuera. Días suaves, menos grados; días fríos, algo más. Bien configurada, evita tocar parámetros cada dos por tres.
Dale tiempo al sistema Un ajuste de impulsión no se valora en una hora. Con aerotermia y suelo radiante necesitas 24–48 horas para ver si la casa mantiene la consigna interior. Sube o baja la impulsión de 2 en 2 ºC, nunca a saltos bruscos.
Revisa aislamiento y hábitos Si para mantener la misma temperatura de la aerotermia en invierno necesitas impulsiones muy altas, quizá el problema está en ventanas, infiltraciones de aire o ventilación continua. Pequeños cambios en aislamiento pueden permitir bajar varios grados la impulsión.
Cuando la cosa se complica (picos de consumo, estancias descompensadas, errores en la regulación), lo más práctico es que un servicio técnico especializado en aerotermia revise la instalación y deje curva climática y caudales equilibrados.
Errores frecuentes al regular la aerotermia en invierno
Usar la aerotermia “a tirones” Encender solo cuando llegas a casa y apagar al salir rompe la lógica de un sistema de baja temperatura. Funciona mejor casi siempre en continuo, modulando.
Subir la impulsión “por si acaso” Un clásico. Si te pasas con la impulsión, pagarás más y puedes tener suelos o radiadores demasiado calientes. Sube siempre poco a poco y observa.
Confundir temperatura ambiente con impulsión Ver 35 ºC en el display del circuito no significa que la casa esté a 35 ºC. Esa es la temperatura del agua, no del aire.
Ignorar el equilibrado de circuitos Si unas habitaciones achicharran y otras están frías, no es un problema de “temperatura de la aerotermia en invierno” sino de caudales mal repartidos. Ahí tiene que intervenir un técnico.
Olvidar el mantenimiento mínimo Filtros, presiones y purgado de aire influyen en el rendimiento. Una revisión periódica evita ruidos, errores y pérdidas de eficiencia.
Costes orientativos, tiempos y garantías
Ajustar bien la temperatura de la aerotermia en invierno suele hacerse en dos fases:
Puesta en marcha y regulación inicial por un instalador o servicio técnico especializado: revisión de parámetros, ajuste de curva climática y equilibrado básico. Normalmente se resuelve en una visita de unas pocas horas.
Pequeños reajustes posteriores que puedes hacer tú mismo desde el control, subiendo o bajando impulsión dentro de los rangos recomendados.
El coste económico acostumbra a ser similar al de una revisión de calefacción avanzada, pero cambia según la complejidad de la instalación y el número de zonas a regular. Lo importante es que te quede claro qué ajustes ha hecho el técnico y cómo puedes modificarlos con seguridad si cambian tus hábitos o mejoras el aislamiento.
Un buen profesional debería explicarte esos parámetros y ofrecerte una garantía por escrito sobre la intervención realizada (no sobre el consumo exacto, que siempre depende del usuario y de la climatología).
Preguntas frecuentes sobre la temperatura de la aerotermia en invierno
¿Qué temperatura ambiente es recomendable con aerotermia en invierno?
Lo razonable es mantener la vivienda entre 19 y 21 ºC durante el día en las zonas de uso habitual y bajar a 17–18 ºC por la noche. Este rango equilibra confort y consumo según las guías del IDAE y encaja muy bien con el funcionamiento de la aerotermia.
¿Cuál es la mejor temperatura de impulsión con suelo radiante?
En la mayoría de casos, el suelo radiante por aerotermia trabaja muy bien con agua entre 30 y 35 ºC. En casas bien aisladas puedes acercarte a 30 ºC; en viviendas antiguas quizá necesites subir un poco más. Lo ideal es ajustar la impulsión hasta que la casa mantenga 20–21 ºC de forma estable.
¿Puedo usar radiadores antiguos con aerotermia?
Sí, pero para lograr la temperatura de la aerotermia en invierno adecuada tendrás que trabajar con impulsiones más altas, alrededor de 55–60 ºC. Eso reduce el rendimiento respecto a un suelo radiante o radiadores de baja temperatura, aunque sigue siendo una opción válida si la instalación está bien dimensionada.
¿Es normal que la aerotermia funcione casi todo el día?
Sí. La aerotermia está pensada para trabajar muchas horas a carga parcial, no a base de encendidos y apagados bruscos. Mientras la temperatura ambiente se mantenga estable y el consumo sea razonable para tu vivienda, un funcionamiento continuo es buena señal.
¿Qué hago si con los rangos recomendados sigo pasando frío?
En ese caso, revisa primero aislamiento y posibles fugas de calor. Si todo parece correcto, conviene que un servicio técnico especializado revise la instalación: caudales, curva climática, potencia de la máquina y dimensionado de emisores. A veces basta con un buen equilibrado para estabilizar la temperatura de la aerotermia en invierno.
Temperatura de aerotermia en invierno: qué debes recordar
La temperatura de la aerotermia en invierno no va de poner más grados “por si acaso”, sino de encontrar el punto en el que tu casa está cómoda con la impulsión más baja posible. Define una consigna interior realista, respeta los rangos de cada emisor y deja que la máquina trabaje de forma estable.
Si notas consumos disparados, estancias descompensadas o dudas con la curva climática, contar con un servicio técnico especializado en aerotermia te ahorrará pruebas a ciegas y te ayudará a sacar todo el partido a tu sistema.
El funcionamiento del suelo radiante refrescante se basa en una idea sencilla pero potente: enfriar el espacio desde el suelo, sin necesidad de mover el aire. Esta tecnología aprovecha la gran superficie del pavimento para absorber el calor ambiente mediante un circuito de agua fría. El resultado es un sistema silencioso, uniforme y mucho más natural que el aire acondicionado convencional.
Cada vez más personas optan por el suelo radiante refrescante en viviendas de obra nueva o reformas. En este artículo te explicamos cómo funciona, cuáles son sus componentes y por qué es una solución de climatización eficiente, sostenible y saludable.
¿Qué es el suelo radiante refrescante?
El suelo radiante refrescante es un sistema de climatización invisible que refrigera los espacios a través del propio suelo. Funciona haciendo circular agua fría por una red de tubos instalados bajo el pavimento. Al enfriar esa superficie, el sistema capta el calor del ambiente sin necesidad de mover aire, como hacen los equipos de aire acondicionado.
Aunque el concepto es el mismo que en el suelo radiante para calefacción, aquí se invierte el flujo térmico. En lugar de calentar la estancia desde el suelo, se enfría mediante transmisión por radiación y convección natural.
Este tipo de sistema puede trabajar de forma independiente o formar parte de un circuito de climatización más amplio, junto con fan coils, techos radiantes u otros emisores. También es compatible con aerotermia, geotermia o energía solar térmica, lo que lo convierte en una opción muy eficiente desde el punto de vista energético.
Cómo funciona el suelo radiante refrescante
El papel del agua fría y el principio físico que da origen al suelo radiante refrescante
El funcionamiento del suelo radiante refrescante se basa en un principio termodinámico: el calor fluye desde donde hay más temperatura hacia donde hay menos. Al enfriar ligeramente la superficie del suelo, se genera una diferencia térmica que hace que el calor del aire se transmita hacia abajo.
Este intercambio se produce sin necesidad de forzar corrientes de aire. La radiación térmica y la convección natural enfrían la estancia de forma progresiva y uniforme.
La temperatura del agua que circula por los tubos suele estar entre 16 y 18 °C, lo suficiente para absorber el calor del ambiente sin provocar condensaciones en el pavimento.
Ciclo completo del sistema
El sistema consta de una bomba que hace circular el agua fría desde un generador (aerotérmico o geotérmico) hasta los circuitos del suelo. Una vez que el agua ha absorbido el calor del ambiente, vuelve al generador para ser enfriada de nuevo.
Este ciclo cerrado permite climatizar toda la vivienda sin necesidad de aparatos visibles ni ruidos. Además, la distribución del frío es homogénea, evitando zonas calientes o frías como ocurre con otros sistemas.
Diferencias clave con un aire acondicionado
El funcionamiento del suelo radiante refrescante ofrece una experiencia térmica muy diferente a la de los sistemas tradicionales de aire frío:
Característica
Suelo radiante refrescante
Aire acondicionado
Sensación térmica
Suave, natural, envolvente
Directa, a menudo agresiva
Movimiento de aire
Nulo o muy bajo
Alto (ventiladores o difusores)
Consumo energético
Bajo (mejor rendimiento estacional)
Variable, según equipo
Compatibilidad con renovables
Alta (aerotermia, solar, etc.)
Media
Instalación
Empotrada, invisible
Aparatos visibles
Ventajas del sistema de suelo radiante refrescante
Apostar por esta solución no solo mejora el confort. También aporta beneficios técnicos, energéticos y estéticos:
Sin ruido ni corrientes de aire
Al no utilizar ventiladores, el sistema es completamente silencioso. Además, no hay polvo en suspensión ni sensación de sequedad, algo habitual con el aire acondicionado.
Mayor eficiencia energética
La baja diferencia térmica necesaria para refrigerar el ambiente permite trabajar con temperaturas moderadas y constantes, lo que se traduce en un menor consumo eléctrico y mayor vida útil del sistema.
Apto para energías renovables
El sistema funciona perfectamente con bombas de calor aire-agua, geotermia o energía solar térmica. De este modo, se reduce la dependencia de fuentes fósiles y se mejora la calificación energética de la vivienda.
Componentes esenciales del sistema
El funcionamiento del suelo radiante refrescante requiere una serie de elementos integrados para garantizar el rendimiento y evitar problemas como la condensación o la falta de uniformidad térmica.
Tubos bajo el pavimento
Son el corazón del sistema. Están fabricados normalmente en polietileno reticulado (PEX) o materiales multicapa. Se instalan formando un serpentín bajo el suelo, distribuidos de forma regular para asegurar una cobertura uniforme.
Capa de mortero autonivelante
Recubre los tubos y actúa como masa térmica, ayudando a distribuir el frío por toda la superficie. Esta capa también evita puntos calientes o fríos y mejora la eficiencia del sistema.
Colectores y válvulas de regulación
Los colectores distribuyen el agua a los distintos circuitos del suelo. Se sitúan en armarios empotrados y permiten regular el caudal, equilibrar los circuitos y facilitar tareas de mantenimiento.
Sondas de temperatura y control de condensación
Para garantizar un funcionamiento seguro del suelo radiante refrescante, es imprescindible controlar la temperatura del agua y del ambiente. Los sistemas modernos incorporan sondas de humedad y limitadores de temperatura de superficie, que evitan que el pavimento alcance el punto de rocío y se genere humedad o moho.
¿Cómo se regula la temperatura en suelo radiante refrescante?
Uno de los aspectos más interesantes de este sistema es su gestión inteligente por zonas. Mediante termostatos ambiente y válvulas motorizadas, es posible regular de forma independiente la temperatura en cada habitación.
Además, el sistema se adapta en tiempo real a las condiciones climáticas y a la ocupación del espacio, ofreciendo un confort más estable y eficiente.
Para evitar la condensación, los controladores comparan la temperatura superficial del suelo con la humedad relativa interior. Si existe riesgo, el sistema reduce la temperatura del agua automáticamente o interrumpe el ciclo de frío.
Tipos de instalación disponibles
El sistema puede instalarse de varias formas, dependiendo de las características de la obra y del tipo de suelo existente.
Sistema húmedo (empotrado en mortero)
Es el más habitual en obra nueva. Los tubos se fijan sobre placas aislantes y se recubren con mortero autonivelante. Ofrece gran inercia térmica y buena distribución del frío.
Sistema seco (prefabricado o modular)
Más utilizado en rehabilitación, ya que no requiere levantar el suelo ni usar mortero. Se basa en paneles prefabricados con canales para los tubos, que se instalan sobre el forjado existente. Aunque tiene menos inercia, permite instalaciones rápidas y limpias.
Requisitos y mantenimiento
Para asegurar un buen funcionamiento del suelo radiante refrescante, es importante cumplir ciertas condiciones desde el diseño del sistema:
Buen aislamiento térmico bajo el forjado para evitar pérdidas.
Estanqueidad total del circuito hidráulico.
Uso de materiales compatibles con frío (no todos los suelos lo son).
Control riguroso de la humedad relativa, especialmente en zonas húmedas o con mucha carga interna (cocinas, baños).
En cuanto al mantenimiento, no es un sistema exigente. Basta con revisar una vez al año el funcionamiento de las válvulas, purgar el aire y comprobar que no hay fugas. Los equipos de aerotermia o geotermia también deben recibir mantenimiento periódico.
Este sistema resulta especialmente recomendable en las siguientes situaciones:
Viviendas de obra nueva, donde se puede integrar desde el principio.
Reformas energéticas que incluyan mejora del aislamiento o cambio de sistema térmico.
Edificios con instalaciones de aerotermia o geotermia, donde se busca máxima eficiencia y sostenibilidad.
Hogares donde el confort acústico y visual sea una prioridad.
Climas con veranos calurosos pero no extremos, donde el sistema puede cubrir la demanda sin refuerzos adicionales.
Conclusión: una alternativa eficiente y saludable al aire acondicionado
El funcionamiento del suelo radiante refrescante ofrece una forma distinta de entender la climatización: más respetuosa con el cuerpo, más silenciosa y más compatible con energías renovables. Su capacidad para mantener temperaturas agradables sin corrientes de aire, ruidos ni aparatos visibles lo convierte en una opción muy atractiva para quienes buscan confort térmico real y sostenibilidad.
Aunque su instalación requiere planificación, su funcionamiento a largo plazo compensa con creces la inversión inicial. Si estás construyendo o reformando tu vivienda, puede ser el momento perfecto para dar el paso hacia una climatización de nueva generación.
Cada vez más personas se plantean la posibilidad de instalar aerotermia en pisos como alternativa al gas natural o a sistemas eléctricos tradicionales. Aunque durante años se pensó que este sistema solo era viable en chalets o viviendas unifamiliares, hoy sabemos que también puede funcionar perfectamente en pisos… siempre que se cumplan ciertas condiciones.
La aerotermia es una tecnología que aprovecha la energía del aire exterior para climatizar el hogar y generar agua caliente sanitaria. Funciona mediante una bomba de calor que extrae energía térmica del ambiente y lo transfiere al sistema de calefacción o ACS. Y todo ello con una eficiencia energética muy superior al aire acondicionado o una caldera de gas.
Entonces, ¿se puede instalar aerotermia en pisos? La respuesta es sí, pero depende de varios factores: el espacio disponible, la potencia contratada, el tipo de emisores y el nivel de aislamiento de la vivienda. Vamos a analizarlo en detalle.
¿Qué tipo de pisos pueden tener aerotermia?
La aerotermia en pisos es especialmente recomendable en viviendas de tamaño medio o grande, con consumo alto de calefacción y agua caliente. Cuanto mayor es el uso del sistema, mayor será el ahorro a medio plazo. De hecho, en un piso de 100 m² con buen aislamiento, el ahorro frente al gas natural puede superar los 350 €/año.
En pisos pequeños o con poco uso de la calefacción, también puede instalarse, aunque el retorno de la inversión será más lento. En estos casos, puede optarse por aerotermia solo para ACS, usando un aerotermo compacto que sustituya al termo eléctrico o al calentador de gas. Esta solución es especialmente útil en zonas donde no se requiere calefacción.
¿Qué ventajas ofrece la aerotermia en pisos frente a otros sistemas?
Mayor eficiencia: una bomba de calor aerotérmica puede alcanzar rendimientos de hasta 400 %. Es decir, por cada kWh que consume, puede generar hasta 4 kWh de calor.
Energía renovable: al utilizar el calor del aire, se reduce el uso de combustibles fósiles.
Bajo mantenimiento: no requiere revisión anual como las calderas.
Compatible con emisores existentes: en muchos casos, se pueden aprovechar los radiadores ya instalados.
Instalación sencilla si el piso dispone de espacio suficiente y permisos.
¿Tiene sentido instalar aerotermia en pisos pequeños?
Aunque es más rentable en viviendas con mayor demanda térmica, también se puede instalar aerotermia en piso pequeño. En estos casos, se recomienda:
Optar por un sistema monobloc para reducir el espacio ocupado.
Priorizar la instalación de aerotermia para ACS si no se necesita calefacción.
Asegurarse de tener un buen aislamiento térmico para aprovechar todo el potencial del sistema.
En pisos de 50 a 70 m², la inversión se amortiza en más años (entre 8 y 12), pero sigue siendo una apuesta segura a largo plazo gracias a la durabilidad de los equipos (más de 25 años) y al confort que ofrecen.
Requisitos para instalar aerotermia en pisos
Aunque la aerotermia en pisos es una solución cada vez más viable, requiere cumplir ciertas condiciones mínimas para que su funcionamiento sea eficiente, seguro y rentable. Aquí te explicamos los principales aspectos a tener en cuenta antes de decidirte a instalarla.
1. Espacio exterior disponible
Para que funcione correctamente, es necesario colocar una unidad exterior que capte la energía del aire. Esta unidad es similar a la de un aire acondicionado y se puede ubicar en:
Una terraza
Un patio interior
La fachada del edificio (previo permiso de la comunidad)
Lo importante es que tenga una buena ventilación y que el lugar no impida su mantenimiento o sustitución. En la mayoría de los casos, ocupará menos de 1 m³.
2. Espacio interior para el equipo
Además de la unidad exterior, la aerotermia en pisos requiere espacio para la unidad interior, que puede incluir:
Bomba de calor interior
Depósito acumulador de ACS (agua caliente sanitaria)
Intercambiadores y sistemas hidráulicos
El conjunto puede ocupar el espacio equivalente a una nevera o armario alto. Se suele colocar donde antes estaba la caldera: en la cocina, el lavadero o el tendedero cerrado.
3. Potencia eléctrica suficiente
Uno de los requisitos más importantes para instalar aerotermia en pisos es contar con una instalación eléctrica adecuada. La potencia contratada puede necesitar ampliarse entre 2 y 4 kW adicionales, dependiendo de:
El tamaño del piso
El aislamiento térmico
El número de personas que viven en la vivienda
El tipo de emisores (radiadores, fancoils o suelo radiante)
En un piso de 100 m², lo habitual es que la aerotermia funcione bien con una potencia total contratada de entre 5,5 y 7,5 kW.
4. Buen aislamiento térmico
La eficiencia de la aerotermia en pisos está muy relacionada con el aislamiento del edificio. Un piso mal aislado perderá calor en invierno y ganará temperatura en verano, obligando al sistema a trabajar más.
Mejoras recomendables:
Ventanas con doble acristalamiento
Eliminación de puentes térmicos
Aislamiento de paredes o techos
Instalación de persianas o cortinas térmicas
Un buen aislamiento puede mejorar la eficiencia del sistema hasta en un 30 %.
5. Permisos y normativa
Es imprescindible cumplir la normativa vigente. En algunos casos, puede requerirse:
Permiso de la comunidad de vecinos (si se instala en fachada o zonas comunes)
Licencia de obra menor (para intervenciones en la red hidráulica o eléctrica)
Proyecto técnico y boletín eléctrico si hay modificación de potencia
Un técnico especializado en aerotermia en pisos puede ayudarte a gestionar toda esta documentación y garantizar que la instalación cumple con la normativa local y nacional.
Tipos de emisores compatibles con aerotermia en pisos
Uno de los aspectos clave al instalar aerotermia en pisos es elegir el sistema de emisión térmica adecuado. La aerotermia funciona a baja temperatura, por lo que no todos los emisores ofrecen el mismo rendimiento ni el mismo grado de confort.
Radiadores de alta temperatura
Si ya tienes radiadores instalados y están en buen estado, es posible mantenerlos con una bomba de calor de alta temperatura, capaz de alcanzar hasta 80 °C. Esta opción permite:
Aprovechar la instalación existente
Ahorrar en reformas
Conservar el confort térmico clásico
Inconvenientes:
Menor eficiencia que con otros emisores
Solo sirve para calefacción, no para refrigeración
Mayor coste del equipo
Esta opción es muy habitual cuando se cambia una caldera de gas por aerotermia en pisos sin hacer reforma completa.
Suelo radiante (y refrescante)
Es la solución más eficiente y confortable. Se instala bajo el pavimento y permite tanto calefacción en invierno como refrigeración en verano.
Ventajas:
Reparte el calor de forma uniforme
Ahorra energía al funcionar a baja temperatura (35–45 °C)
Compatible con equipos de aerotermia estándar
Ocupa cero espacio visible
Desventajas:
Requiere reforma y obra
Mayor coste inicial
Tiempo de instalación más largo
En proyectos de reforma integral o viviendas de nueva construcción, suelo radiante y aerotermia en pisos forman una combinación ideal.
Fancoils
Los fancoils o ventiloconvectores son emisores que funcionan tanto para calefacción como para refrigeración. Se instalan en pared, suelo o techo, y se conectan al sistema de aerotermia mediante conductos de agua.
Ventajas:
Instalación rápida
Coste intermedio
Climatización en dos direcciones
Muy adecuados en zonas húmedas (donde el suelo refrescante puede generar condensación)
Desventajas:
Ligeramente más ruidosos que otros sistemas
Menor confort que el suelo radiante
Requieren mantenimiento regular del ventilador y filtros
¿Cuándo compensa instalar aerotermia en pisos?
La rentabilidad de la aerotermia en pisos depende de varios factores:
1. Superficie y consumo
En pisos grandes (100 m² o más): el consumo de calefacción y ACS justifica la inversión, que puede amortizarse en 5–7 años.
En pisos pequeños (menos de 70 m²): se gana sobre todo en confort, pero el retorno de la inversión es más lento (8–12 años).
2. Estado del sistema actual
Si tu caldera es antigua, da fallos o tiene baja eficiencia, cambiar a aerotermia puede ser una gran mejora.
También es una buena opción si no tienes acceso a gas natural o quieres eliminar el consumo de combustibles fósiles.
3. Situación del edificio
Si tu edificio tiene buen aislamiento, la aerotermia te aportará un gran ahorro energético.
Si además hay posibilidad de instalar placas solares (previo acuerdo de la comunidad), el ahorro será aún mayor.
Conclusión: ¿merece la pena la aerotermia en pisos?
Instalar aerotermia en pisos es cada vez más habitual, no solo por el ahorro, sino también por el confort térmico, la sostenibilidad y la posibilidad de eliminar por completo el gas o el gasóleo.
Eso sí, no todas las viviendas cumplen las condiciones ideales. Por eso, lo más recomendable es consultar con un técnico especializado en aerotermia, que pueda estudiar tu caso y diseñar una solución a medida.
La diferencia entre aerotermia y geotermia es clave a la hora de elegir un sistema de climatización sostenible. Ambas tecnologías están ganando popularidad por su eficiencia energética y su bajo impacto ambiental, pero cada una responde mejor a ciertos entornos y necesidades.
Tanto si eres un particular que busca mejorar la eficiencia energética de su vivienda, como si eres un profesional que asesora proyectos de climatización, conocer las particularidades de cada sistema te permitirá tomar la mejor decisión a nivel técnico y económico.
Qué es la aerotermia y cómo funciona
La aerotermia es una tecnología que extrae energía del aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS). Utiliza una bomba de calor aire-agua o aire-aire para captar la energía térmica del aire, incluso en invierno, y transferirla al interior de la vivienda.
Aunque necesita electricidad para funcionar, la energía térmica captada del aire es gratuita y renovable, lo que la convierte en una alternativa eficiente frente a sistemas tradicionales.
Energía del aire: así trabaja la bomba de calor aerotérmica
Captación: La unidad exterior capta el calor del aire ambiente mediante un intercambiador y lo transmite a un fluido refrigerante.
Compresión: El refrigerante se comprime, aumentando su temperatura.
Transferencia: El calor se transfiere al circuito de calefacción o al depósito de ACS.
Expansión: El refrigerante se enfría y el ciclo comienza de nuevo.
Este sistema puede conectarse a radiadores, suelo radiante o fancoils, adaptándose a distintas instalaciones existentes.
Ventajas clave de la aerotermia
Instalación sencilla: No requiere obras en el terreno ni perforaciones.
Inversión inicial más baja: Menor coste comparado con sistemas geotérmicos.
Versatilidad: Ideal para viviendas sin jardín o espacio exterior amplio.
Integrable con energía solar: Puede combinarse con paneles fotovoltaicos.
Ahorro energético: COP superior a 3 en condiciones óptimas.
Desventajas a considerar
Eficiencia variable: Su rendimiento baja en climas muy fríos.
Unidad exterior visible: Puede generar impacto estético y algo de ruido.
Durabilidad menor: Al estar al aire libre, los componentes se exponen a la intemperie.
Qué es la geotermia y cómo funciona
La geotermia aprovecha la energía térmica almacenada bajo la superficie de la Tierra. Mediante un sistema de tuberías enterradas, capta el calor del subsuelo (que se mantiene constante durante todo el año) para proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.
Este sistema se basa también en una bomba de calor, pero en lugar de intercambiar calor con el aire, lo hace con la tierra, lo que le aporta una mayor estabilidad y rendimiento constante, incluso en condiciones climatológicas extremas.
Calor del subsuelo: así opera la bomba geotérmica
Captación: A través de pozos o zanjas, se extrae el calor del subsuelo con un circuito cerrado o abierto.
Compresión: El refrigerante absorbe ese calor y se comprime para aumentar su temperatura.
Transferencia: Se transfiere el calor al sistema interior (suelo radiante, radiadores o ACS).
Expansión: El refrigerante se enfría, baja de presión y comienza de nuevo el ciclo.
La instalación puede ser horizontal (zanjas poco profundas) o vertical (perforaciones más profundas), dependiendo del terreno disponible.
Ventajas clave de la geotermia
Alta eficiencia: Su COP puede superar el 4 gracias a la temperatura estable del subsuelo.
Rendimiento constante: Ideal para climas fríos o con grandes variaciones térmicas.
Durabilidad: Vida útil superior, especialmente en el sistema de captación subterráneo.
Bajo mantenimiento: Menor exposición al clima y agentes externos.
Impacto visual nulo: No hay unidades exteriores visibles ni ruido.
Desventajas a considerar
Instalación costosa: Requiere perforaciones o excavaciones, lo que aumenta el presupuesto.
Mayor complejidad técnica: Precisa estudios previos del terreno y personal especializado.
Necesita espacio exterior: No es viable en todos los terrenos o urbanizaciones.
Ya vamos teniendo clara la diferencia entre aerotermia y geotermia y cómo afecta a nuestra decisión de elegir uno u otro sistema de climatización.
Diferencias técnicas entre aerotermia y geotermia
A continuación, te mostramos una tabla comparativa clara y práctica basada en el documento técnico de referencia:
Criterio
Gana aerotermia
Gana geotermia
Facilidad de instalación
✅ Montaje sencillo, rápido y sin obras en el suelo
❌ Requiere perforaciones o zanjas
Eficiencia energética
❌ Menor en climas fríos, varía según temperatura exterior
✅ Alta y estable todo el año
Inversión inicial
✅ Más económica y accesible
❌ Más costosa por perforaciones e infraestructura
Rendimiento global
❌ Baja eficiencia con frío extremo
✅ Mayor estabilidad y rendimiento térmico
Versatilidad de uso
✅ Ideal para viviendas sin terreno
❌ Requiere espacio y estudio del subsuelo
Impacto visual y acústico
❌ Unidad exterior visible y con ruido
✅ Instalación subterránea silenciosa y discreta
Durabilidad y mantenimiento
❌ Más expuesta al clima y desgaste
✅ Larga vida útil y poco mantenimiento
¿Qué sistema conviene más según el tipo de vivienda?
La diferencia entre aerotermia y geotermia no solo se limita al tipo de instalación o al coste inicial. A la hora de elegir un sistema de climatización renovable, entran en juego muchos otros factores. Entre ellos, destacan el tamaño de la vivienda, su nivel de aislamiento térmico, la ubicación geográfica, la disponibilidad de terreno exterior y el objetivo energético a medio o largo plazo. Cada caso requiere un análisis personalizado para aprovechar al máximo el rendimiento del sistema elegido.
A continuación, analizamos distintos escenarios típicos para ayudarte a valorar qué opción se adapta mejor a tu situación.
Viviendas en clima frío: rendimiento y estabilidad térmica
En zonas del interior peninsular o de montaña, como Castilla y León, Navarra o el Pirineo, los inviernos pueden ser largos y muy fríos. En estas condiciones, la diferencia entre aerotermia y geotermia se acentúa. La aerotermia pierde rendimiento cuando la temperatura del aire exterior baja de los 0 °C, lo que obliga al sistema a trabajar más y consumir más electricidad. La geotermia, sin embargo, mantiene un rendimiento constante durante todo el año gracias a que el calor del subsuelo apenas fluctúa.
Ejemplo: Una vivienda unifamiliar en Soria con parcela suficiente se beneficiará de un sistema geotérmico que proporcione calor de forma eficiente incluso en pleno invierno.
Viviendas en clima templado o cálido: coste más bajo y buena eficiencia
En regiones donde los inviernos son suaves y los veranos largos, como en Andalucía, Comunidad Valenciana o Murcia, la aerotermia se presenta como una opción muy eficiente. En estos climas, el aire exterior tiene temperaturas moderadas durante gran parte del año, lo que favorece el funcionamiento de la bomba de calor. Además, su menor inversión inicial permite amortizar la instalación más rápidamente.
Ejemplo: En un chalet adosado de Alicante, donde no hay terreno disponible para excavaciones. Aquí la diferencia entre aerotermia y geotermia no justifica un incremento en la inversión y un sistema de aerotermia bien instalado puede cubrir calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria con un consumo contenido.
Viviendas sin terreno exterior: aerotermia como única opción
La instalación geotérmica requiere espacio para zanjas o perforaciones. Si vives en una casa adosada sin patio, en un piso bajo con terraza o en una comunidad sin acceso a terreno, es probable que la geotermia no sea viable técnicamente. En estos casos, la aerotermia se convierte en la única opción posible entre ambas tecnologías. Su instalación exterior es compacta y puede integrarse fácilmente en balcones o fachadas.
Ejemplo: En una planta baja en Madrid, con una pequeña terraza orientada al patio, se puede instalar una unidad exterior de aerotermia sin modificar la estructura del edificio.
Si buscas el máximo ahorro energético a largo plazo
La diferencia entre aerotermia y geotermia también se refleja en el consumo anual. Aunque ambas reducen notablemente la factura frente a calderas de gas o gasóleo, la geotermia, por su eficiencia superior, destaca en proyectos orientados al ahorro total. Viviendas pasivas o edificios con certificación energética A o A+ pueden beneficiarse especialmente de este tipo de sistema.
Ejemplo: Una vivienda unifamiliar de obra nueva en Pamplona, diseñada con alta eficiencia energética y buena orientación solar, puede reducir su consumo anual a mínimos si se combina con un sistema geotérmico bien dimensionado.
Inversión inicial: clave para entender la diferencia entre aerotermia y geotermia
Uno de los aspectos más determinantes a la hora de decidir entre ambas tecnologías es la inversión inicial. La diferencia entre aerotermia y geotermia en este punto es considerable, especialmente por la complejidad de la instalación.
Coste de instalación: lo que debes tener en cuenta
Aerotermia: más económica y rápida de instalar. No requiere perforaciones ni obras complejas. Ideal si el presupuesto es ajustado.
Geotermia: implica mayor inversión inicial. Hay que realizar estudios previos del terreno, zanjas o perforaciones, y usar maquinaria específica.
En términos generales, la diferencia entre aerotermia y geotermia en cuestiones de precio es significativa. Un sistema de aerotermia puede costar entre un 30% y un 50% menos que uno geotérmico, aunque esto varía según el tamaño de la vivienda y la potencia necesaria.
Subvenciones y ayudas: reducen la diferencia entre aerotermia y geotermia
Ambos sistemas pueden acogerse a programas de subvención autonómicos, estatales o europeos (como los fondos Next Generation). Estas ayudas pueden cubrir hasta el 40% o 50% de la inversión, lo que equilibra la diferencia de coste inicial entre aerotermia y geotermia.
Es importante consultar con un profesional para conocer qué subvenciones están disponibles según la comunidad autónoma y el tipo de vivienda.
Ahorro energético a medio y largo plazo
Aquí también se nota la diferencia entre aerotermia y geotermia:
En climas fríos, la geotermia ofrece un mayor ahorro por su alta eficiencia y bajo consumo eléctrico.
En zonas templadas, la aerotermia sigue siendo una solución rentable, aunque puede consumir algo más en invierno.
Ambos sistemas reducen notablemente la factura respecto a calderas de gas o gasoil. En muchos casos, el retorno de la inversión puede llegar entre los 6 y los 12 años. El plazo de amortización dependerá, además del sistema de climatización elegido, del aislamiento de la vivienda, el precio de la electricidad y el uso del sistema.
Recomendaciones profesionales según la diferencia entre aerotermia y geotermia
Desde ManAIR S.A.T., como especialistas en climatización eficiente, te recomendamos analizar con detalle cada proyecto. La diferencia entre aerotermia y geotermia no debe basarse solo en el precio inicial, sino en un conjunto de factores:
Ubicación climática: La geotermia es más estable en zonas frías.
Tipo de terreno: Si no hay espacio exterior, la aerotermia es más viable.
Presupuesto disponible: La aerotermia ofrece una entrada más asequible.
Objetivo a largo plazo: Para máximo ahorro energético, la geotermia suele ganar.
Antes de tomar una decisión, es recomendable hacer un estudio térmico de la vivienda y una evaluación del terreno (en caso de valorar geotermia). También conviene calcular el tiempo de amortización y analizar si hay ayudas públicas disponibles.
Conclusión: la diferencia entre aerotermia y geotermia marca el rumbo de tu instalación
La diferencia entre aerotermia y geotermia no es solo técnica, sino estratégica. Si buscas rapidez de instalación, inversión más baja y vives en clima templado, la aerotermia puede ser tu solución. Si, por el contrario, apuestas por eficiencia total, rendimiento estable en invierno y menor consumo, la geotermia es superior, siempre que tu vivienda lo permita.
Ambas tecnologías suponen un paso adelante frente a los sistemas tradicionales. La elección final dependerá de tu contexto, necesidades térmicas y visión a futuro.
A continuación, te mostramos una tabla orientativa con el ahorro estimado que puedes conseguir frente a una caldera tradicional:
La comparación entre aerotermia vs aire acondicionado es necesaria si queremos acertar en la elección del sistema de climatización adecuado. Ambos ofrecen soluciones para regular la temperatura en viviendas y negocios, pero presentan diferencias clave en consumo, eficiencia y confort. Mientras que la aerotermia aprovecha el calor del aire exterior para calefacción y refrigeración, el aire acondicionado trabaja con un circuito de compresión para enfriar el ambiente.
En este artículo compararemos en detalle la aerotermia y el aire acondicionado, evaluando su consumo, eficiencia, coste e impacto ambiental para ayudarte a elegir la mejor opción. Así, podrás elegir la opción más adecuada según tus necesidades.
¿Qué son la aerotermia y el aire acondicionado?
Definición y funcionamiento de la aerotermia
La aerotermia es un sistema basado en bombas de calor que extrae energía térmica del aire exterior para calentar, enfriar y generar agua caliente sanitaria (ACS). Este proceso se lleva a cabo mediante un circuito cerrado de refrigerante, lo que permite un alto rendimiento con un bajo consumo eléctrico.
Los tipos principales de aerotermia son:
Aire-aire: Similar a un aire acondicionado reversible, climatiza mediante ventilación directa.
Aire-agua: Distribuye la climatización a través de radiadores, suelo radiante o fancoils.
Una ventaja clave de la aerotermia es su eficiencia: por cada kWh de electricidad consumida, genera hasta 4 kWh de energía térmica. Al usar una fuente renovable, se considera más sostenible que un aire acondicionado tradicional.
Definición y funcionamiento del aire acondicionado
El aire acondicionado es un sistema diseñado principalmente para enfriar espacios, aunque muchos modelos incluyen la función de bomba de calor para calefacción. Funciona mediante un ciclo de compresión y expansión de gas refrigerante, absorbiendo el calor del aire interior y expulsándolo al exterior.
Los principales tipos de aire acondicionado incluyen:
Split y multisplit: Modelos compactos con una unidad exterior y una o varias interiores.
Por conductos: Sistema centralizado para climatizar varias estancias.
Portátil: Opción económica sin instalación fija, aunque con menor rendimiento.
Si bien el aire acondicionado es más asequible y fácil de instalar, su eficiencia energética suele ser inferior a la aerotermia, ya que no aprovecha fuentes renovables ni ofrece calefacción mediante circuitos de agua.
Diferencias clave entre aerotermia y aire acondicionado
Para seguir con la comparativa aerotermia vs aire acondicionado, es importante conocer las diferencias que afectan su rendimiento, consumo y facilidad de uso. Aunque ambos sistemas pueden climatizar un espacio, su funcionamiento y eficiencia varían según las necesidades de cada vivienda o negocio.
Tipo de energía utilizada
Una de las principales diferencias entre aerotermia y aire acondicionado es la fuente de energía que utilizan:
La aerotermia aprovecha el calor del aire exterior y lo convierte en energía térmica con un consumo eléctrico muy reducido. Esto la convierte en una opción más sostenible y eficiente.
El aire acondicionado utiliza electricidad para enfriar o calentar el aire, sin aprovechar ninguna fuente renovable. Su eficiencia depende del tipo de sistema y la tecnología de ahorro energético que incorpore.
Mientras que la aerotermia puede reducir el consumo eléctrico hasta en un 75%, los equipos de aire acondicionado tradicionales dependen completamente de la electricidad, lo que puede traducirse en facturas más altas.
Versatilidad y usos en el hogar
Otro aspecto importante al comparar aerotermia y aire acondicionado es su capacidad de adaptación a diferentes necesidades:
La aerotermia es más versátil: puede ofrecer refrigeración en verano, calefacción en invierno y agua caliente sanitaria (ACS) durante todo el año. Además, se puede combinar con suelo radiante, radiadores o fancoils para mejorar la distribución del calor.
El aire acondicionado tiene un uso más limitado: está diseñado principalmente para enfriar el ambiente, aunque algunos modelos incluyen bomba de calor para calefacción. Sin embargo, no puede generar agua caliente ni distribuir calor de manera tan eficiente como la aerotermia.
Si buscas un sistema todo en uno para climatización y agua caliente, la aerotermia es la opción más completa. En cambio, si solo necesitas refrigeración en determinadas épocas del año, el aire acondicionado puede ser suficiente.
Instalación y mantenimiento
El proceso de instalación y los requisitos de mantenimiento varían según el sistema elegido:
La aerotermia requiere una instalación más compleja. Al necesitar una unidad exterior y un circuito de agua (en sistemas aire-agua), puede implicar obras y mayor inversión inicial. Sin embargo, su mantenimiento es mínimo y su vida útil es larga.
El aire acondicionado es más fácil y rápido de instalar. Un equipo split o multisplit solo necesita la conexión de las unidades interior y exterior, lo que permite su colocación en cualquier estancia sin grandes modificaciones.
En términos de mantenimiento, ambos sistemas requieren limpieza periódica de filtros y revisión del gas refrigerante, pero la aerotermia suele ser más duradera y eficiente a largo plazo.
Comparativa de eficiencia y consumo energético
Uno de los aspectos más importantes de la comparativa entre aerotermia vs aire acondicionado es su eficiencia energética y el consumo eléctrico que generan. Ambos sistemas tienen diferentes niveles de rendimiento dependiendo de la tecnología utilizada y las condiciones de uso.
Rendimiento energético (COP y SCOP)
Para medir la eficiencia de aerotermia vs aire acondicionado, se utilizan dos indicadores clave:
La aerotermia tiene un COP de 3 a 5, lo que significa que por cada 1 kWh de electricidad consumida, genera entre 3 y 5 kWh de calor o frío. En comparación, el aire acondicionado suele tener un COP de 2 a 3, lo que indica que su eficiencia es menor.
Esto significa que la aerotermia ofrece más energía térmica con menos consumo eléctrico, lo que se traduce en un menor gasto energético y una reducción en la factura de luz.
Consumo eléctrico en distintas condiciones climáticas
El consumo de aerotermia y aire acondicionado varía en función de la temperatura exterior y el nivel de aislamiento del espacio climatizado:
En climas templados, la aerotermia es altamente eficiente durante todo el año, manteniendo un consumo bajo.
En zonas muy frías, su rendimiento puede verse afectado cuando las temperaturas bajan de 0°C, ya que debe trabajar más para extraer calor del aire exterior. Aun así, sigue siendo más eficiente que un aire acondicionado o una caldera tradicional.
El aire acondicionado consume más en verano, especialmente en regiones con temperaturas extremas, ya que necesita enfriar constantemente el aire interior.
Si la vivienda se encuentra en un clima cálido, un sistema de aire acondicionado de alta eficiencia puede ser suficiente. Sin embargo, en zonas donde se necesita calefacción en invierno, la aerotermia ofrece un mejor rendimiento global.
Impacto en la factura de luz y ahorro a largo plazo
En términos de ahorro energético, la aerotermia tiene una ventaja clara sobre el aire acondicionado:
La aerotermia puede reducir el consumo eléctrico hasta en un 75% en comparación con sistemas tradicionales.
El aire acondicionado, aunque eficiente en refrigeración, tiene un mayor coste operativo si se usa intensivamente para calefacción.
Aunque la aerotermia requiere una inversión inicial más alta, su bajo consumo permite recuperar la inversión en unos 5 a 10 años. Por otro lado, el aire acondicionado es más económico al inicio, pero su consumo energético a largo plazo puede hacer que sea menos rentable.
Costes iniciales e inversión a largo plazo
Uno de los factores más decisivos al comparar aerotermia o aire acondicionado es el coste de instalación y la rentabilidad a largo plazo. Mientras que el aire acondicionado suele ser más accesible en términos de inversión inicial, la aerotermia destaca por su eficiencia energética y ahorro en la factura de luz.
Precio de compra e instalación
El coste de un sistema de aerotermia y aire acondicionado varía según la tecnología, la potencia y las características del equipo:
Aire acondicionado:
Los modelos más económicos pueden costar menos de 300 euros, mientras que los más avanzados pueden superar los varios miles de euros, dependiendo de la marca y la eficiencia energéticaaerotermia aa.
La instalación de un equipo split suele costar entre 300 y 500 euros, aunque varía según el tipo de instalaciónaerotermia aa.
Aerotermia:
Los sistemas más económicos pueden costar desde 1.000 euros, mientras que los más avanzados superan los 10.000 euros, especialmente si incluyen suelo radiante o fancoilsaerotermia aa.
Su instalación es más compleja y costosa, pero se puede amortizar en un plazo de 5 a 10 años, gracias a su bajo consumo energéticoaerotermia aa.
A pesar de la diferencia de inversión inicial, la aerotermia puede generar un ahorro energético significativo en el tiempo, lo que la convierte en una opción más rentable en el largo plazo.
Mantenimiento y vida útil
Otro punto a considerar en la comparativa aerotermia vs aire acondicionado es el mantenimiento que requiere cada sistema:
El aire acondicionado necesita limpieza de filtros y recarga de gas refrigerante periódica, con revisiones anuales recomendadas. Su vida útil suele ser de 10 a 15 años, dependiendo del mantenimiento y la calidad del equipoaerotermia aa.
La aerotermia requiere menos mantenimiento, ya que no depende de la recarga de gas refrigerante como los aires acondicionados. Se recomienda una inspección periódica para optimizar su rendimiento. Su vida útil es mayor a 20 años, lo que la hace una opción más duraderaaerotermia aa2.
En términos de durabilidad y costes operativos, la aerotermia representa una inversión más rentable a largo plazo, especialmente en viviendas donde se necesita calefacción y refrigeración durante todo el año.
Subvenciones y ayudas para aerotermia
En muchos países existen incentivos para la instalación de sistemas de energía renovable como la aerotermia. En España, hay programas de ayudas estatales y autonómicas que reducen significativamente el coste inicial de instalaciónaerotermia aa2.
Al considerar estas subvenciones, el coste real de instalar un sistema de aerotermia puede reducirse, haciéndolo una alternativa aún más atractiva frente al aire acondicionado convencional.
Impacto ambiental: ¿qué opción es más sostenible?
En la comparativa aerotermia vs aire acondicionado, la sostenibilidad y el impacto ambiental también influyen. Mientras que ambos sistemas consumen electricidad, la aerotermia destaca por su mayor eficiencia energética y menor huella de carbono.
Emisiones de CO₂ y eficiencia energética
Uno de los principales beneficios de la aerotermia es que utiliza hasta un 77% de la energía del aire exterior y solo el 23% restante proviene de la red eléctrica. Esto permite reducir significativamente el consumo eléctrico y las emisiones de CO₂ en comparación con otros sistemas de climatización.
Por otro lado, el aire acondicionado funciona exclusivamente con electricidad, lo que lo hace más dependiente de fuentes de energía convencionales. Aunque los modelos más modernos son eficientes, su consumo energético es mayor en comparación con la aerotermia.
Además, la aerotermia tiene un coeficiente de rendimiento (COP) de hasta 5, lo que significa que por cada 1 kWh de electricidad consumida, puede generar hasta 5 kWh de energía térmica. En cambio, los aires acondicionados tradicionales tienen un COP de 2 a 3, lo que indica una menor eficiencia.
Confort y experiencia de usuario
Al comparar aerotermia vs aire acondicionado, es importante considerar la experiencia de uso en términos de ruido, distribución del aire y adaptación a distintos climas. Aunque ambos sistemas buscan mejorar el confort térmico, existen diferencias significativas en su funcionamiento.
Nivel de ruido de ambos sistemas
El nivel de ruido es un aspecto clave en la elección entre aerotermia y aire acondicionado, especialmente en entornos domésticos:
La aerotermia genera un nivel de ruido similar al de un aire acondicionado, pero al distribuir el calor a través de suelo radiante o fancoils, evita la sensación de corriente de aire y reduce las molestias acústicas.
El aire acondicionado puede ser más ruidoso, sobre todo en modelos antiguos o en equipos portátiles. Los sistemas split modernos han mejorado en este aspecto, pero las unidades exteriores siguen generando vibraciones y ruido durante su funcionamiento.
Si buscas un sistema silencioso y con una distribución del aire más uniforme, la aerotermia es una mejor opción.
Distribución del calor y el frío en la vivienda
Otro factor de confort en la comparativa aerotermia vs aire acondicionado es la manera en que cada sistema distribuye la temperatura:
La aerotermia ofrece un confort térmico más homogéneo, ya que puede climatizar toda la vivienda mediante suelo radiante, radiadores o fancoils. Esto evita las fluctuaciones bruscas de temperatura y la sensación de aire seco.
El aire acondicionado genera enfriamiento rápido, pero la sensación térmica puede ser menos uniforme, sobre todo en habitaciones grandes o mal aisladas. Además, el aire frío suele acumularse en ciertas zonas, creando diferencias de temperatura dentro del mismo espacioa.
Adaptabilidad a distintos climas
Dependiendo del clima en el que se instale, aerotermia y aire acondicionado pueden ofrecer ventajas o limitaciones:
En zonas con inviernos fríos y veranos cálidos, la aerotermia es la mejor opción, ya que proporciona calefacción eficiente y refrigeración sin necesidad de sistemas adicionalesaerotermia aa1.
En climas cálidos, donde la calefacción no es una prioridad, el aire acondicionado puede ser una alternativa más práctica y económicaaerotermia aa.
En términos de confort, la aerotermia destaca por su capacidad para mantener una temperatura estable y reducir la sensación de sequedad en el ambiente, mientras que el aire acondicionado ofrece una solución rápida y efectiva para los meses de calor.
Cuándo elegir aerotermia
Al evaluar aerotermia vs aire acondicionado, es importante considerar en qué situaciones la aerotermia es la mejor opción. Este sistema destaca por su eficiencia, sostenibilidad y capacidad de proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS).
Viviendas con alta demanda de calefacción y ACS
Si la vivienda o negocio requiere calefacción en invierno y agua caliente sanitaria durante todo el año, la aerotermia es una excelente opción. A diferencia del aire acondicionado, que solo ofrece refrigeración y, en algunos casos, calefacción limitada, la aerotermia cubre todas las necesidades térmicas con un solo sistema.
Interés en eficiencia energética y ahorro a largo plazo
Para personas que buscan un sistema con bajo consumo eléctrico y alto rendimiento, la aerotermia es la mejor alternativa. Su eficiencia es superior a la de un aire acondicionado.
Aunque la inversión inicial es mayor, el ahorro energético permite recuperar el coste en 5 a 10 años. Además, en muchas regiones existen subvenciones y ayudas para la instalación de sistemas de aerotermia, reduciendo el impacto económico.
Compatibilidad con energías renovables
Si necesitas un sistema compatible con placas solares fotovoltaicas, la aerotermia es una opción ideal. Al integrarse con energía solar, se puede reducir aún más la dependencia de la red eléctrica, aumentando el ahorro y disminuyendo la huella de carbonoaerotermia aa2.
En conclusión, la aerotermia es la mejor alternativa para viviendas con altas necesidades de climatización, interés en eficiencia energética y compromiso con la sostenibilidad.
Cuándo elegir aire acondicionado
En la comparativa aerotermia vs aire acondicionado, hay casos en los que el aire acondicionado puede ser la opción más adecuada. Su facilidad de instalación y menor coste inicial lo convierten en una alternativa práctica para ciertos perfiles de usuario.
Climatización rápida y económica de estancias
Si el objetivo es refrigerar un espacio de forma rápida y eficiente, un aire acondicionado es una solución accesible. Su instalación es sencilla, y los modelos tipo split pueden enfriar una habitación en pocos minutos.
En zonas cálidas donde no se requiere calefacción, el aire acondicionado es una opción funcional y económica, ya que la aerotermia puede resultar innecesaria en estos casos.
Menor inversión inicial y fácil instalación
El aire acondicionado es más económico en términos de compra e instalación:
Un equipo split básico puede costar menos de 300 euros, mientras que los modelos más avanzados superan los varios miles de euros.
La instalación es rápida y sencilla, con un coste de entre 300 y 500 euros.
En comparación, la aerotermia requiere una mayor inversión inicial y obras más complejas para su instalación.
Uso en segundas residencias o espacios reducidos
Para viviendas de uso ocasional o segundas residencias, el aire acondicionado es una opción más práctica. Su menor coste y mantenimiento sencillo lo hacen ideal para quienes no necesitan un sistema de climatización integral.
En conclusión, el aire acondicionado es la mejor alternativa para quienes buscan una solución asequible, rápida de instalar y eficiente en refrigeración, especialmente en zonas cálidas o segundas viviendas.
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