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Revisión de la caldera: normativa, plazos y consejos útiles

Revisión de la caldera: normativa, plazos y consejos útiles

La revisión de la caldera es una obligación legal y una necesidad práctica. Gracias a ella, el aparato funciona de forma eficiente, segura y duradera.

En España, miles de viviendas dependen de la caldera para disponer de agua caliente y calefacción. Sin embargo, no siempre se conoce con claridad qué implica la revisión, cada cuánto tiempo debe realizarse o quién puede llevarla a cabo.

La normativa es clara: la revisión de la caldera no es un trámite opcional. Forma parte del mantenimiento obligatorio que establece el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). Cumplir con este proceso significa proteger tu hogar, ahorrar en consumo energético y evitar sanciones administrativas.

En este artículo veremos qué incluye la revisión, qué diferencia existe respecto a la inspección del gas, qué dice la normativa vigente y cuáles son las recomendaciones para mantener tu equipo siempre a punto.


Qué es la revisión de la caldera

La revisión de la caldera consiste en una comprobación técnica completa realizada por un profesional autorizado. Su objetivo es asegurar que el aparato funciona de manera correcta y cumple con los requisitos de seguridad y eficiencia energética.

Durante la revisión, el técnico realiza varias tareas fundamentales:

  • Comprobación visual. Se inspecciona el estado general de la caldera, tuberías, conexiones y salidas de humos.
  • Control de combustión. Se mide la calidad de la combustión para verificar que no haya emisiones nocivas ni riesgos de monóxido.
  • Prueba de estanqueidad. Se revisa que no existan fugas de gas o combustible líquido.
  • Ajustes básicos. Se corrigen parámetros de presión, caudal o temperatura para optimizar el rendimiento.
  • Seguridad. Se comprueban válvulas, sensores y dispositivos de protección.
  • Informe final. El técnico entrega un certificado que demuestra que la caldera cumple con la normativa.

La revisión de la caldera no debe confundirse con una simple limpieza. Es un proceso reglado que garantiza tanto la seguridad del usuario como la vida útil del equipo.


Quién debe realizar la revisión de la caldera

No cualquier persona puede encargarse de esta tarea. La normativa exige que la revisión de la caldera sea llevada a cabo por instaladores o mantenedores autorizados, inscritos en el registro de la comunidad autónoma.

Contratar un profesional habilitado no solo es una obligación legal. También asegura que los resultados del análisis de combustión, la comprobación de humos y el sellado de seguridad tengan validez oficial.


Por qué es importante

Realizar la revisión de la caldera en los plazos que marca la normativa evita accidentes y mejora la eficiencia. Una caldera sin revisar puede aumentar el consumo energético, emitir gases peligrosos o incluso dejar de funcionar de forma repentina.

En cambio, una caldera revisada con regularidad ofrece mayor confort, gasta menos combustible y mantiene la garantía del fabricante.


Revisión de la caldera vs inspección del gas

Muchas personas confunden la revisión de la caldera con la inspección de gas, pero no son lo mismo. Cada una tiene su propia normativa, plazos y responsables.

  • Revisión de la caldera.
    La realiza un técnico autorizado para comprobar el correcto funcionamiento del aparato. Es obligatoria cada 1 o 2 años según el tipo de caldera y la potencia instalada.
  • Inspección de gas.
    Afecta a toda la instalación receptora de gas: tuberías, llaves, contadores y aparatos conectados. Se hace cada 5 años y la organiza la distribuidora de gas natural.

La confusión es habitual porque ambos procesos buscan la seguridad. Sin embargo, la revisión de la caldera se centra en el aparato en sí, mientras que la inspección de gas abarca toda la instalación.


Normativa sobre la revisión de la caldera (RITE)

El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) regula de forma clara la revisión de la caldera. Establece plazos concretos que varían en función del combustible y la potencia:

  • Calderas de gas hasta 70 kW.
    La revisión es obligatoria cada 2 años.
  • Calderas de gasoil y biomasa hasta 70 kW.
    Deben revisarse cada año.
  • Calderas de más de 70 kW (uso comunitario o industrial).
    Revisión obligatoria cada mes y mantenimiento reforzado.

Cumplir con estos plazos es responsabilidad del titular del aparato. Si la revisión no se realiza, la administración autonómica puede imponer sanciones y, en caso de accidente, los seguros pueden rechazar la cobertura.

Además, la normativa obliga a que los técnicos emitan un certificado de revisión, documento que acredita que la caldera ha sido revisada conforme a la ley.


Qué ocurre si no haces la revisión de la caldera

Ignorar la revisión de la caldera tiene consecuencias importantes:

  • Riesgos para la seguridad. Una caldera sin revisar puede tener fugas de gas o problemas de combustión que liberen monóxido de carbono, un gas tóxico e inodoro.
  • Mayor consumo energético. Un aparato sucio o desajustado puede gastar hasta un 15 % más de energía.
  • Averías graves. El desgaste no detectado a tiempo genera roturas que pueden costar cientos de euros en reparaciones.
  • Pérdida de garantía. Los fabricantes exigen la revisión periódica para mantener la cobertura de la garantía.
  • Posibles sanciones. El incumplimiento del RITE puede derivar en multas de la comunidad autónoma.

En definitiva, no hacer la revisión implica más gastos y menos seguridad. Por el contrario, cumplir con los plazos ofrece tranquilidad y alarga la vida útil de la instalación.


Cada cuánto tiempo hacer la revisión de la caldera

La revisión de la caldera debe realizarse con la frecuencia que marca la normativa, pero también conviene seguir las recomendaciones de fabricantes y técnicos.

  • Gas natural (≤ 70 kW). Cada 2 años.
  • Gasoil o biomasa (≤ 70 kW). Una vez al año.
  • Eléctricas. Aunque no están incluidas en el RITE, se recomienda una revisión anual para comprobar conexiones, termostatos y válvulas de seguridad.
  • Instalaciones comunitarias (> 70 kW). Revisión mensual y mantenimiento continuo.

La mejor forma de recordar estos plazos es anotar la fecha de la última revisión y programar un recordatorio. Así evitas despistes que puedan comprometer la seguridad o la cobertura del seguro.

Si quieres conocer los costes de la operación, consulta el precio de la revisión.


Consejos para superar la revisión de la caldera sin problemas

Unos cuidados básicos facilitan el trabajo del técnico y garantizan que la revisión de la caldera se complete sin incidencias:

  • Limpia filtros y salidas de humos. La suciedad acumulada afecta a la combustión y reduce la eficiencia.
  • Usa siempre combustible recomendado. Evita problemas de residuos en quemadores y cámaras de combustión.
  • Comprueba la presión del circuito. Debe estar en torno a 1–1,5 bares en frío.
  • Revisa el entorno de la caldera. No acumules objetos cerca de la salida de gases ni bloquees rejillas de ventilación.
  • No manipules componentes internos. Las reparaciones improvisadas pueden empeorar el estado de la instalación.

Con estas medidas simples, facilitas el trabajo del técnico y te aseguras de que la revisión se realice de manera rápida y eficaz.


Conclusión

La revisión de la caldera no es solo una obligación legal, es una garantía de seguridad, eficiencia y confort. Cumplir los plazos evita sanciones y, sobre todo, protege tu hogar de riesgos graves como fugas o emisiones de monóxido.

Además, una revisión periódica mejora el rendimiento energético y prolonga la vida útil del aparato. Si quieres asegurarte de que tu caldera está en las mejores condiciones, confía en profesionales acreditados.